El Brooklyn Bridge es más que un puente que cruza el East River, es todo un símbolo de la ciudad de Nueva York que además marcó un hito en la historia al utilizar por primera vez en este tipo de construcciones el acero y por ser durante 20 años el puente colgante más largo del mundo.
Cuando en 1852, el ingeniero y propietario de una compañía metalúrgica llamado John Augustus Roebling no pudo llegar a Brooklyn con el Atlantic Avenue-Fulton Street Ferry debido al hielo que cubría el río, ideó la solución con la construcción de un puente. Tres años más tarde ya había desarrollado el proyecto al que él mismo denominaría como una grandiosa obra de arte.
La idea de Roebling fue recibida con entusiasmo por los gobernantes de Manhattan y Brooklyn, por entonces ciudades independientes, pero el apoyo económico lo encontró en William C. Kingsley que, debido a sus influencias políticas, presionó para que una empresa privada pudiera construir y administrar la construcción de un puente que uniera las dos ciudades. En 1867, se funda la New York Bridge Company que sería la encargada de administrar los fondos públicos de las ciudades de Nueva York y Brooklyn para la construcción y mantenimiento del puente.
El 1 de Junio de 1869, se aprueba el diseño del puente pero cinco días después Roebling sufre un accidente cuando un trasbordador que entraba en el muelle de Brooklyn aplastó su pie. A pesar de la amputación de la extremidad, murió a causa del tétano. Su hijo Washington se hizo cargo del proyecto y el 3 de Enero de 1870, se inicia la construcción.
Las obras desde su inicio fueron muy duras. Se utilizaron 600 obreros inmigrantes que tuvieron que trabajar en condiciones miserables y peligrosas. Para la excavación del terreno por debajo del río, donde se construirían arcones neumáticos, se utilizó dinamita. Los continuos accidentes y el aeroembolismo, enfermedad ocasionada por los cambios de presión en el agua, provocó la muerte de 20 obreros. El mismo Washington sufrió los efectos de dicha enfermedad y quedó postrado en la cama. A través de la ventana de su apartamento en Brooklyn, supervisó y dirigió las obras gracias a la ayuda de su mujer Emily quien daba las ordenes pertinentes a ingenieros y constructores.
En Agosto de 1876, las orillas de Manhattan y Brooklyn son unidos por primera vez a través de una cable de acero. Para demostrar su resistencia, el maestro mecánico E. F. Farrington cruzó el East River deslizándose por el cable montado en una silla. En Febrero de 1877, se finalizaría la construcción de las torres de anclaje y los pilares que quedarían unidos de forma provisional a través de una pasarela peatonal. Los dos pilares, de estilo gótico con doble arcada y una altura de 84 metros, sólo eran superados por la torre de la Trinity Church en Wall Street.
Hasta este momento, el cable de acero sólo se había empleado en la construcción de ferrocarriles, pero no en estructuras como la de los puentes en los que se había utilizado el hierro. Los cuatro cables de acero encargados de sujetar la plataforma del puente, unen las torres de anclaje en cada orilla del río con los pilares. Cada cable tiene un diámetro de 40 centímetros y está compuesto por 19 hilos de acero. En Octubre de 1878 se completa la instalación de los cables principales y se procede a instalar los cables de suspensión y las vigas de la plataforma del puente. En total, más de 23.000 kilómetros de cable de suspensión sujetan el puente.
En origen el puente estaba diseñado para albergar en los extremos dos calzadas de doble vía para carruajes y caballería, dos vías de tranvía en el centro y una plataforma peatonal elevada. El tramo principal del puente que une los dos pilares, tiene una longitud de 486 metros y una anchura de 26 metros.
A comienzos de 1883, termina la construcción del puente. En total había costado $15.1 millones, duplicándose el presupuesto inicial. El 24 de mayo de 1883, el Presindente Chester Arthur y el gobernador Grover Cleveland inauguraron oficialmente el Brooklyn Bridge ante más que 14.000 invitados. El peaje para cruzarlo se estableció en un penique.
Seis meses después de su inauguración se produjo la tragedia. Una mujer que subía las escaleras de acceso por la parte de Manhattan tropezó y gritó al caer. El grito desencadenó el rumor de que el puente se hundía. El pánico y la avalancha posterior provocó la muerte de 12 personas y otras 35 heridas graves. La desconfianza hacia la resistencia del puente quedó superada un año después cuando el empresario circense P. T. Barnum desfiló por el puente junto con una manada de 21 elefantes.
El Brooklyn Bridge jugó un importante papel cuando en 1898 se unieron Manhattan, Brooklyn, Queens, el Bronx y Staten Island y formaron el Greater New York. En 1910, el peaje de un penique en el Brooklyn Bridge fue retirado después de que la ciudad aprobara una ley prohibiendo el uso de peajes para financiar la construcción y el mantenimiento de sus puentes.
En 1944, comenzó una de las mayores reconstrucciones del puente que durarían 20 años. Las líneas de tranvía fueron retiradas, se reforzaron los pilares y cables principales, se añadieron nuevos cables de suspensión, se ampliaron de dos carriles a tres en cada dirección para los vehículos y se construyeron nuevas vías de acceso.
En la actualidad el puente cuenta con dos niveles. El inferior con dos calzadas de tres carriles cada una por la que circulan a diario más de 145.000 vehículos. El nivel superior es una pasarela para uso peatonal y carril bici. La pasarela peatonal puede ser peligrosa si no se está pendiente de no pasar al carril bici, ya que podría ser atropellado por algún ciclista que suelen llevan una velocidad