Una de las últimas etapas de nuestro viaje por la costa oeste de Estados Unidos ha sido Los Ángeles. Y el primer día en L.A. los dedicamos a descansar en algunas de sus famosas playas californianas. En concreto elegimos las playas de Santa Mónica Beach y Venice Beach (son realmente una misma playa dividida en dos zonas). Podíamos también haber escogido otras famosas playas como Long Beach o Malibu, pero nos pareció que con el tiempo limitado como teníamos, estas dos eran las más representativas. Son las playas de los famosos vigilantes de la playa o de la playa de la musculación, donde descubrieron, según la leyenda urbana a Arnold Schwarzenegger.
Santa Monica es una ciudad costera situada en el océano Pacífico, a 30 minutos (sin atascos) del centro de Los Ángeles. Realmente es la playa de Los Ángeles, y es fácil cruzarse con algún famoso en alguno de sus caros restaurantes. Un de los elementos distintivos de su playa es el muelle de Santa Mónica, donde hay un pequeño parque de atracciones, que hemos visto en innumerables películas. Como todo el la ciudad de Hollywood, nos resultará familiar y conocido.
Venice es famoso por su Ocean Front Walk, (la fotografía superior), donde podremos ver la sala de musculación al aire libre, sus famosas patinadoras, etc. El barrio de Venice fue creado por un magnate del tabaco, y pretendía crear una replica de Venecia. En la parte interior aún quedan algunos de los canales originales, donde a principios del siglo XX se podían ver góndolas y gondoleros que paseaban a los turistas. En el paseo hay canchas de handball (pelota vasca), voleibol playa, baloncesto, pistas para ciclistas, tiendas y todo tipo de estravagantes personajes, en esta zona de atmósfera ecléctica.
Un consejo: ir con tiempo para disfrutar de la playa algunas horas y no limitarse a verla para hacer fotos y caminar por detrás del paseo, pues los canales de esta réplica de Venecia son interesantes y están rodeados de mansiones con pequeños amarres.
Si vais a visitar Santa Monica es interesante conocer como se gestó esta ciudad, la cual ha terminado siendo uno de los barrios más populares de Los Ángeles. Santa Monica ya era un territorio habitado por los Tongva, quienes denominaban la región como Kecheek.
En 1760 llegaron los primeros misioneros en Santa Monica, pero aún no denominaron la ciudad con dicho nombre, sino que no fue hasta 1827 que se nombró a esta zona, de forma oficial, Santa Monica. Poco a poco, Santa Monica fue volviéndose un lugar económicamente próspero, sobre todo a finales del XIX, cuando se construyó el primer hotel.
A principios del siglo XX se construyó el famoso puerto de Santa Mónica, tenía que ser el puerto principal de Los Ángeles, y en aquellos momentos el más grande del mundo, pero finalmente el Congreso de los EUA decidió dar un muelle propio a Los Ángeles. Aunque la primera respuesta de los ciudadanos de Santa Monica fue negativa, el poco tiempo se dieron cuenta de que el poseer un muelle pequeño les permitía conservar el encanto de la ciudad. En poco tiempo Santa Monica era el lugar predilecto para ir a la playa y, con la construcción del ferrocarril que unía Los Ángeles con Santa Monica, cada día había montones de gente para visitar el muelle y tomarse un baño en sus playas. Santa Monica siempre ha sido una zona de ocio para los ciudadanos de Los Ángeles y, es por esta razón que siempre se ha intentado conservar su encanto pintoresco y peculiar.